viernes, 30 de octubre de 2015

¿Y, AQUÍ NO PASA NADA? - Reflexión del P. Javier Leoz sobre Halloween


¿Y, AQUÍ NO PASA NADA? - Reflexión del P. Javier Leoz sobre Halloween

1) No existe problema alguno para celebrar y promocionar el Halloween en centros escolares públicos pero si reticencias para cantar villancicos para no herir sensibilidades. ¿Acaso nos preguntan a los católicos si queremos para nuestros hijos –en la educación- el Halloween?

 2) Pensar que vestir al niño/a de bruja o monstruo para el Halloween no tiene importancia y, al día siguiente, ser incapaces de ponerles como un pincel para asistir a la Misa de Todos los Santos.

 3) Afirmar que el Halloween es una tontería (aunque dé miedo) pero evitar que los niños vayan al cementerio porque igual no duermen esa noche.

 4) Intentar justificar el “aquí no pasa nada” cuando, bien lo sabemos, todo está muy estudiado para dar con las raíces cristianas de todas las fiestas de nuestro calendario. ¿Acaso la noche del terror es la mejor víspera de Todos los Santos? Para un cristiano no.

 5) Como cristianos nosotros no creemos en el Halloween sino en Dios. No creemos en los fantasmas de la muerte sino en la vida de Cristo en la que creyeron nuestros difuntos.

 6) Es cosa de niños ¿qué tiene de malo? Su origen lo dice todo. A veces podemos andar con fuego y pensar que estamos bebiendo agua. ¿De qué se habla en nuestras casas en estos días? ¿De Todos los Santos, de Todos los Difuntos o del Halloween? Eso dice mucho del perfil de nuestro catolicismo rebajado y mortecino.

 7) “Pero es que todos lo celebran” (me decía hoy una madre por teléfono). ¡Razón de más para ser diferentes y para dar razón de nuestra fe y de nuestras creencias! El hecho de que un cristianismo light haya cedido a su celebración no significa que, esta tradición, sea coherente con nuestra fe. 

 8) Al celebrar el Halloween en el fondo estamos diciendo a nuestros hijos que las cosas de Dios no importan y que el efecto de “presión social u otros intereses” dinamitan lo más genuino de estos días: la veneración a Todos los Santos y la Oración por los Difuntos.

 9) Cada uno, por supuesto, está en su plena libertad de actuar como crea conveniente. Pero desde la fe, y por coherencia, sabré dónde tengo que estar, por qué estoy y por qué no hago o no consiento como cristiano aquello que me parece fuera de lugar y de nuestra sensibilidad cultural.

10) ¿Que quitan las cruces de una capilla del cementerio de Valencia? ¡No pasa nada! ¿Que en un ayuntamiento de Málaga celebran comuniones y bautizos civiles? ¡No pasa nada! ¿Que la Alcaldesa de Madrid no quiere colocar un Belén en el Ayuntamiento? ¡No pasa nada! ¿Qué el alcalde de Pamplona decide sustituir la oración por un violín en el responso al Músico Sarasate? ¡No pasa nada! ¿Que Halloween da miedo, infunde terror y disipa el sentido sagrado de Todos los Santos y Todos los Difuntos? ¡No pasa nada! 

 Lo dijo un Emperador: “Nunca digas no pasa nada cuando, tal vez los muros del castillo, se están desmoronando con la ayuda de algunos de dentro”.

Y es que...pasa mucho. Más de lo que nos parece.