¿Y, AQUÍ NO PASA
NADA? - Reflexión del P. Javier Leoz sobre Halloween
1) No existe
problema alguno para celebrar y promocionar el Halloween en centros escolares
públicos pero si reticencias para cantar villancicos para no herir
sensibilidades. ¿Acaso nos preguntan a los católicos si queremos para nuestros
hijos –en la educación- el Halloween?
2) Pensar
que vestir al niño/a de bruja o monstruo para el Halloween no tiene importancia
y, al día siguiente, ser incapaces de ponerles como un pincel para asistir a la
Misa de Todos los Santos.
3) Afirmar
que el Halloween es una tontería (aunque dé miedo) pero evitar que los niños
vayan al cementerio porque igual no duermen esa noche.
4) Intentar
justificar el “aquí no pasa nada” cuando, bien lo sabemos, todo está muy
estudiado para dar con las raíces cristianas de todas las fiestas de nuestro
calendario. ¿Acaso la noche del terror es la mejor víspera de Todos los Santos?
Para un cristiano no.
5) Como
cristianos nosotros no creemos en el Halloween sino en Dios. No creemos en los
fantasmas de la muerte sino en la vida de Cristo en la que creyeron nuestros
difuntos.
6) Es cosa
de niños ¿qué tiene de malo? Su origen lo dice todo. A veces podemos andar con
fuego y pensar que estamos bebiendo agua. ¿De qué se habla en nuestras casas en
estos días? ¿De Todos los Santos, de Todos los Difuntos o del Halloween? Eso
dice mucho del perfil de nuestro catolicismo rebajado y mortecino.
7) “Pero es
que todos lo celebran” (me decía hoy una madre por teléfono). ¡Razón de más
para ser diferentes y para dar razón de nuestra fe y de nuestras creencias! El
hecho de que un cristianismo light haya cedido a su celebración no significa
que, esta tradición, sea coherente con nuestra fe.
8) Al
celebrar el Halloween en el fondo estamos diciendo a nuestros hijos que las
cosas de Dios no importan y que el efecto de “presión social u otros intereses”
dinamitan lo más genuino de estos días: la veneración a Todos los Santos y la
Oración por los Difuntos.
9) Cada uno,
por supuesto, está en su plena libertad de actuar como crea conveniente. Pero
desde la fe, y por coherencia, sabré dónde tengo que estar, por qué estoy y por
qué no hago o no consiento como cristiano aquello que me parece fuera de lugar
y de nuestra sensibilidad cultural.
10) ¿Que quitan
las cruces de una capilla del cementerio de Valencia? ¡No pasa nada! ¿Que en un
ayuntamiento de Málaga celebran comuniones y bautizos civiles? ¡No pasa nada!
¿Que la Alcaldesa de Madrid no quiere colocar un Belén en el Ayuntamiento? ¡No
pasa nada! ¿Qué el alcalde de Pamplona decide sustituir la oración por un
violín en el responso al Músico Sarasate? ¡No pasa nada! ¿Que Halloween da
miedo, infunde terror y disipa el sentido sagrado de Todos los Santos y Todos
los Difuntos? ¡No pasa nada!
Lo dijo un Emperador:
“Nunca digas no pasa nada cuando, tal vez los muros del castillo, se están
desmoronando con la ayuda de algunos de dentro”.
Y es
que...pasa mucho. Más de lo que nos parece.
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