viernes, 7 de mayo de 2010

Benedicto XVI declara LA SÁBANA SANTA “imagen del cuerpo de Jesús”

Después de arrodillarse y rezar largo rato ante la misteriosa reliquia conservada en Turín, Benedicto XVI manifestó que la Sábana Santa «nos ofrece la imagen del cuerpo de Jesús» y se confesó emocionado ya que «el paso de los años me hace más sensible al mensaje de esta extraordinaria imagen».

Después de venerar el lienzo, el Papa realizó una meditación muy personal ante centenares de religiosas a las que se concedió el privilegio de acompañarle. Según el Santo Padre, la Sábana Santa «es una tela sepulcral que ha envuelto el cadáver de un hombre crucificado según todos los detalles que los evangelios relatan de Jesús, quien fue crucificado hacia el mediodía y expiró a las tres de la tarde».

El Papa recordó que José de Arimatea, «un hombre rico y miembro destacado del Sanedrín, pidió valerosamente a Pilato el permiso para sepultar a Jesús en su propio sepulcro nuevo, excavado en la roca a poca distancia del Gólgota. Compró el lienzo, envolvió el cuerpo y lo depositó en la tumba».

Mensaje de amor y de vida

Según el Papa, «Jesús permaneció en el sepulcro hasta el amanecer del día siguiente al sábado, y la Sábana Santa de Turín nos ofrece la imagen de cómo era su cuerpo extendido en la tumba durante aquel tiempo que fue breve cronológicamente -en torno a un día y medio- pero inmenso e infinito en su valor y en su significado».

El Santo Padre añadió que cada mancha de sangre en el lienzo nos habla de amor y de vida, «sobre todo aquella mancha abundante cercana al costado, hecha de sangre y agua salidas copiosamente de una gran herida de lanza romana». «Es como una fuente que murmura en el silencio y podemos escuchar especialmente en el silencio del Sábado Santo».

Aunque la Iglesia nunca ha hecho una declaración oficial sobre la autenticidad de la reliquia, las palabras del Papa la daban por segura de modo todavía más explícito que Juan Pablo II en su visita de 1998.



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